¿Quiénes somos?

Somos una institución educativa que busca el desarrollo integral de las personas que participan en nuestra comunidad, padres, profesores, alumnos y alumni. Con una visión católica de la vida y buscando en los quehaceres cotidianos de la vida el lugar de nuestro crecimiento personal.

Nuestra institución cuenta con el acompañamiento de la prelatura personal del Opus Dei quien vela el crecimiento espiritual de nuestra comunidad.

Con la centralidad en la persona nuestro modelo educativo promueve que el alumno sea el protagonista de su propio aprendizaje y el profesor la compañía que facilita el entorno para que esto suceda.

  • PADRES COMO PRIMEROS FORMADORES

    La familia es la fuente de toda virtud, lugar de encuentro y escuela de valores por naturaleza. Es en casa donde se adquieren los aprendizajes que habilitan para la vida. El colegio otorga los medios para la comunicación constante, así como espacios de formación y convivencia.

  • El docente es un experto con experiencia y prestigio que diseña clases únicas, artesanales significativas. Cada profesor tiene un plan de desarrollo personal con programas de coaching, mentoring y preceptoría para proporcionarle formación humana, doctrinal, antropológica, pedagógica y tecnológica de manera constante.

  • El alumno es ante todo una persona única e irrepetible, y la primera tarea del Colegio es conocer profundamente a cada uno de ellos. Para eso se cuenta con preceptores, quiénes en conjunto con la familia elaboran y dirigen el plan de desarrollo personal.

    Desde ahí se plantea el crecimiento en madurez y en libertad, ya que el fin último es formar personas libres y felices.

  • Son todos aquellos que ya pasaron por nuestro Colegio y que hoy en día se comprometen con nuestra labor formativa.

    Son generadores de cambio en su entorno social, siendo los principales embajadores de nuestra institución.

EDUCACIÓN CENTRADA EN LA PERSONA
Cada alumno es una persona, y por lo tanto destacamos que es singular, autónoma y protagonista de su vida y por ende de su aprendizaje.

La singularidad ayuda a entender que cada persona es única e irrepetible, y que cada alumno es una gran novedad por descubrir y formar.

FORMACIÓN INTEGRAL
Al reconocer la grandeza de la persona, el Colegio ofrece oportunidades de crecimiento en todas las dimensiones:
Cuerpo (Mediante el deporte y estimulación neurosensomotora)
Corazón (Hombres que sepan manejar sus emociones, entenderse y expresarse)
Inteligencia (Mentes formadas con pensamiento crítico)
Voluntad (Ser dueño de sí mismo, adquiere virtudes)

IDENTIDAD CATÓLICA
El espíritu se enriquece y desarrolla dentro de la Fe Católica, refleja la existencia de cada alumno bajo la mirada de Dios, es decir, estamos vinculados a él desde el inicio de nuestra vida.

El Colegio ha encargado la formación a la prelatura del Opus Dei, que nos enseña que todos podemos ser santos en medio de nuestras ocupaciones ordinarias.

EDUCACIÓN DIFERENCIADA
Este modelo reconoce la importancia de respetar las diferencias neurológicas, antropológicas, psicológicas y pedagógicas entre hombres y mujeres, y a partir de esto, se adecúan las estrategias pedagógicas en el aula

Estudios comprueban que la educación diferenciada permite mejores resultados académicos y deportivos en todas las áreas

La Cima